Feria de Hellín
Los antecedentes de la Feria de Hellín, y las fiestas que se celebran en honor a la Virgen del Rosario, se remontan en sus inicios, aunque sin la concesión de este privilegio, que llegaría mucho tiempo después, a los mercados que ya se celebraban desde la Edad Media, como un medio de intercambio de bienes (trueque) y posteriormente compra y venta de productos básicos de consumo y de herramientas y materiales de los oficios ancestrales.
Se hacían alrededor de lo que ahora es la Plaza de Santa Ana, porque a partir de la Iglesia de la Asunción, a excepción de unas pocas casas, más abajo todo eran huertas y se desarrollaba exclusivamente la agricultura y diversos oficios antiguos.